B. Albalat psicología

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Efectos psicológicos del calor

Tiempo estimado de lectura: 2 min

Lo sabemos, estamos cansadxs de oírlo.

Hace mucho calor

Pero, ¿has pensando en que te puede estar afectando a nivel psicológico?

Tenemos claros los tips para el calor a nivel físico pero ¿qué puedo hacer para que a nivel psicológico no me afecte tanto?

¿Cuáles son los efectos psicológicos del calor? ¿Qué podemos hacer para que no nos afecte tanto?

  • Ansiedad: para las personas que tienen ansiedad se puede incrementar el miedo a marearse o el miedo a la propia ansiedad.
    Además pueden confundir el calor con ansiedad y es normal porque una consecuencia habitual de la ansiedad es sentir calor y por lo tanto puede pasar que al sentir calor de manera externa lo asociemos con esa misma sensación.

    ¿Qué puedo hacer? Si te ocurre esto puedes intentar identificar señales de que realmente es calor y no ansiedad. Te puede servir hacerte estas preguntas ¿de dónde viene la sensación? ¿ha empezado con un pensamiento de ansiedad como el que ahora tienes o ha empezado con una sensación externa de calor? ¿se me pasaría si estuviera en un lugar fresquito con aire acondicionado?
    En cuanto al mareo lo mismo, ¿me siento realmente mareadx o es que tengo miedo a que eso ocurra aunque no está ocurriendo?

  • Efectos en el sueño: con el calor nos cuesta más dormir. Y esto puede resultar muchas veces desesperante. Ya sabemos eso de refrescarnos, etc. pero ¿a nivel psicológico? ¿qué hacemos con esa sensación de desesperación?
    Sabemos que ir agobiándonos cada vez más no nos va a ayudar porque la ansiedad es incompatible con el sueño así que lo primero es aceptar que no depende de nosotrxs poder dormir o no. También nos puede ayudar no anticipar si mañana estaré cansadx o el día que pasaré. Aunque eso se pase por tu cabeza intenta distraerte de ese pensamiento con algo que te entretenga, y contemplando la posibilidad de que te vas a dormir en algún momento aunque no sea a la hora que tú querías.


  • Desesperanza. Imaginamos el día, la semana, el verano, el futuro… ¿es que no va a terminar nunca el calor?
    Contra esta sensación lo mejor es no alimentar a esa desesperanza. ¿Y cómo lo hacemos? Intenta no hablar de ello. Te reto a pasar un día entero sin hablar del calor. Cuanto más hablamos de ello más pensamos en ello. Y además las demás personas también nos hablan del calor desde esa desesperanza. Se contagia el «agobio»

  • Concentración. Sabemos que cuando hace mucho calor casi que solo podemos pensar en eso. Porque lo estamos sintiendo y queremos huir de él. Cruzamos por donde no toca, vamos más despistadxs, tenemos más sueño… Queremos ir corriendo a la sombra…bueno… sin correr.
    ¿Cómo podemos controlar eso? Mientras vas por la calle mantén la atención de manera consciente en lo que estás haciendo. No va a pasar nada si caminas hasta el paso de cebra aunque haga calor y puedes buscar la sombra para caminar, por supuesto, pero no dejes de atender a lo que ocurre a tu alrededor mientras vas hacia ella.
    A veces miramos el móvil para distraernos del calor o para distraernos de la ansiedad de que hablábamos antes, eso tampoco ayuda.


  • Ecoansiedad. El calor es un estímulo externo desencadenante de ecoansiedad. A las personas que experimentan ecoansiedad les afecta de esa manera.
    ¿Qué puedes hacer si el calor hace que tengas más ecoansiedad?
    Intenta no entrar en el bucle de buscar más información sobre el cambio climático, trata de no sobre informarte (una tanda de noticias al día es suficiente) y sacar la información de fuentes fiables.



Escrito por Begoña Albalat

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