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Influencers y responsabilidad.
EL PODER DEL PODER. DONDE HAY UN FAN, HAY UN ÍDOLO.
Esta semana ha habido una polémica en redes debido a una publicación en Instagram.
El contenido de dicha publicación, y por lo que generaba tanto rechazo, era porque hacía apología de un comportamiento dañino para la salud mental y física.
Las cosas que debatían al respecto iban en la dirección de la responsabilidad que hay que tener a la hora de publicar, el sentido de hacer algo así, o si era consciente o no del daño que podía provocar ese contenido etc…
No sabemos las razones que pudieron llevar a esa influencer a publicar lo que publicó, pero os dejamos una pequeña reflexión sobre todo eso.
Hablemos de las partes vinculadas.

El/la fan – seguidor/a
Unx fan es una persona que sigue a otra persona porque la admira. Admira lo que hace, simpatiza con ella y se siente reconocidx e inspiradx por ella.
Como fan de alguien, también te sientes perteneciente a un grupo, y eso nos
proporciona seguridad y bienestar. Hablamos, nos comunicamos y nos sentimos valoradxs.
Y todo está bien.
Pero puede ocurrir que esta adhesión te vaya cegando y vayas poco a poco dejando de cuestionar, valorando como bueno todo lo que esa persona hace o dice sin cuestionarlo.
Hacemos búsquedas cada vez más frecuentes, anulando otras opciones, y cuanto más sabemos, más nos lo creemos y menos lo cuestionamos.
Si además esa persona tiene muchxs seguidorxs, más nos legitimamos en la elección.
Nos vamos convirtiendo en fanáticxs.
El/La ídolx- Influencer
El/La influencer es la persona admirada.
En ella existe la presión de mantener a sus seguidorxs. De ofrecerles algo que les siga gustando. De generar contenido que valoren. Y esto hace que la persona influencer esté atenta y actualizada y que vaya mejorando.
Y eso es bueno.
Pero al mismo tiempo, también proporciona sensación de poder. Ser capaz de conseguir admiración puede llegar a ser muy gratificante y, como en el caso del / de la fan, puede llegar a extremos peligrosos.
Siempre se ha dicho que el poder corrompe. Y es cierto. El poder transforma a las personas y puede llegar el momento en que el fin justifique los medios. Conseguir mantenerte y que no bajen tus seguidores puede llegar a ser más importante que lo que trasmites.
Nos vamos autoengañando y autojustificando poco a poco. Y aunque te das cuenta, ya no te importa tanto, porque cuantos más seguidorxs consigas, más te seguirán. Y eso pasa a ser lo importante.

Todo lo expuesto es especialmente significativo en las personas adolescentes que, por otro lado, son las más usuarias de redes y las más fácilmente manipulables, ya que están en una etapa evolutiva de autoafirmación y de desarrollo de su identidad.
En esta etapa, incluso lxs que han sido hasta ahora sus figuras de referencia (padres , madres o personas adultas a su cargo), van debilitándose, necesitando adherirse a otrxs referentes que les guíen o con lxs que identificarse.
Así que, psicológicamente hablando, seas fan o seas ídolx, seguidor o influencer, tienes que estar atentx para no llegar a esos extremos, porque no es tan difícil como parece y ahí todo pierde el sentido.
A ello.
Escrito por Begoña Peraita
