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Cuando la liamos, y esto créeme nos va a pasar muchas veces, en ocasiones analizamos lo sucedido y seguimos sin más y a veces nos machacamos, nos machacamos y nos machacamos.
Cuando ocurre esto último, solemos ser crueles y utilizamos para referimos a nosotros mismos calificativos bastante duros.
Además, y esto es lo importante estos van iniciados de » Yo soy” o “yo no soy”
«Soy un/a payasx, un fracaso, un/a rarx de mierda…”
“No soy competente o nos soy profesional, no soy inteligente”
Estas frases nos descalifican y son tan contundentes e inflexibles que no nos dejan tomar buenas decisiones. Se nos van las ganas ya que son lapidarias.
Lo somos, es decir siempre lo seremos.
El cambio aquí no es posible.
Soy así por eso la he liado.
Pero lo cierto es que esto no es verdad.
Y no lo es porque en otra situación o en esta misma en otro momento puedo o podría responder de otra manera. Nada ni nadie es estático e incambiable. Nadie es perfecto.
Seguro que esto ya lo has comprobado muchas veces.
Así que intentemos hacerlo así la próxima vez a ver si nos funciona mejor:
Estoy pensando o sintiendo que no soy competente o buen/a profesional. Que soy un/a payasx, un fracaso o un/a rarx de mierda…
Lo pienso o lo siento, no lo soy.
Estoy pensando, sintiendo que he hecho una payasada, he cometido un error o eso que he hecho es raro.
Es decir, mi comportamiento ha sido ese en ese momento pero puede ser diferente en otra ocasión.
Mi comportamiento ha sido erróneo o raro, no yo.
Esto nos facilita el cambio y es más útil
Artículo escrito por Begoña Peraita
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