Como afecta el burnout, o síndrome de agotamiento profesional, a las parejas
Intro
Seguro que en alguna ocasión has escuchado esta frase: «Me llevo el trabajo a casa»
Cuando alguien dice eso, lo que nos está queriendo decir, es que no consigue desprenderse del estrés emocional que está sintiendo en el trabajo.
El trabajo es un contexto en el que se pasan muchas horas al día y además un área importante de la vida de las personas. Esto significa que las cosas que ocurren en el, a menudo es posible llevarlas a casa como una especie de mochila emocional que puede provocar nuevos conflictos.
Y es que el burnout (o síndrome de agotamiento profesional) se relaciona directamente y de forma bidireccional con problemas de pareja.
¿Por qué?
El burnout agota los recursos emocionales y cognitivos reduciendo la capacidad de autorregularse y facilitando así la transferencia de emociones negativas de un contexto al otro, del trabajo a casa.
Además el burnout empeora la calidad de las relaciones interpersonales porque aumenta la frecuencia de comportamientos hostiles y poco colaborativos con la pareja y otras personas del entorno de la persona que lo sufre.
También puede generar sintomatología física y cuando nos encontramos mal, estamos cansados, o no dormimos bien, es más fácil tener “la mecha más corta”
Es habitual tratar de regular la ansiedad acudiendo a la pareja, y eso no es malo en sí mismo, la clave es el cómo.
Volcar y descargar la ira o la frustración de algo, en la relación no es una solución al problema y además genera nuevos conflictos y malestar en la otra persona.
La clave
La clave es ser autoconsciente del nivel de ansiedad que provoca el trabajo y por lo tanto poder ejercer cambios para la regulación emocional.
Por ejemplo generando estrategias para dicha regulación como podría ser el deporte al salir del trabajo, la meditación, o en caso de ser necesaria, la terapia para tratar temas de estrés laboral.
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